ID..IOCIA NACIONAL

¿Está Francia?...No, en estos momentos no se encuentra. Parece que una idea de este tipo, totalmente digna de un chiste de Gila, podría ser la directriz principal del (sonido de fanfarrias y redoble de tambores), GRAN DEBATE SOBRE LA IDENTIDAD NACIONAL. El Gobierno de Sarkozy, especialmente su ministro de la Integración, de la Identidad Nacional y del Desarrollo Solidario, Eric Besson (Ex del Partido Socialista Francés), lanzó hace unos meses una pregunta a Francia sobre el hecho de ser francés y ellos mismos, en plena víspera electoral de las regionales que se celebran el mes de marzo, han sido los primeros en contestar su propia pregunta como ha explicado de manera muy clara Lluís Bassets en su artículo de hoy en El País.

Las primeras respuestas, surgidas tras un Seminario Gubernamental sobre el Debate de la Identidad Nacional, celebrado ayer en París, son variopintas. Según ha explicado el primer ministro francés, François Fillon, se pretende que en cada escuela haya una bandera tricolor y que se cuelgue un póster con la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789, en la propuesta inicial también se pedía que los escolares canten al menos una vez al mes "la marsellesa", pero parece que esa idea, por ahora, se ha apartado tras el consejo de varios historiadores, sobre la poca idoneidad de la medida.

También se pretende intensificar el orgullo de "ser francés", aunque eso no lo han explicado demasiado, no sabemos si consiste en llevar boina, ir en bicicleta, ser infiel a tu mujer, ponerte ciego de pastis, jugar a la petanca o tener toda la discografía (original, eso sí), de Johnny. (nota de la redacción, el que firma este artículo, o sea yo mismo, es medio francés).

Durante su rueda de prensa, Fillon ha señalado, en respuesta a todo tipo de críticas llegadas desde la oposición política y desde el seno de los movimientos sociales, que la cuestión de la Identidad Nacional, ya no es un tema tabú y se trata de una cuestión republicana y democrática.

Desde muchos foros, se opina que ese debate no es ninguna de las tres cosas, y sin embargo parece, una vez más, una estrategia del partido gubernamental (UMP) de desmantelar a la extrema derecha del Frente Nacional, entrando sin miramientos en su campo político, sin temor a las consecuencias sociales, y consideran el "seminario" de ayer, el último clavo en el atáud de un debate creado desde arriba y peligroso para la convivencia en una Francia con muy variadas sensibilidades.