lunes, 17 de mayo de 2010

Menos mal que nos queda Portugal

Esta semana pasada nuestro vecino Portugal también ha presentado un paquete de medidas austeras contra la crisis. Entre esas medidas se encuentran, entre otras, la subida del IVA del 20 al 21 por ciento y la reducción en un 5 por ciento de los salarios de los altos cargos, dichas decisiones parecen estar en consonancia con lo decidido o por decidir en otros países europeos. Sin embargo hay una medida que me ha llamado la atención, la decisión de gravar con un impuesto del 2,5% (nada dramático) los beneficios de las grandes empresas y la banca.

Mirando hacia España y buceando un poquito en la red, he encontrado los siguientes datos, Telefónica cosechó en 2009 unos beneficios de 7.776 millones de euros, Inditex, se embolsó 1.314 millones de euros, Repsol 1.559, Cepsa, 270 millones, Mercadona 270, y los reyes del baile, el sector bancario, 12.709 millones de euros de beneficios en el pasado año, que ha sido calificado como el peor de la crisis.

Pues bien, aplicar a estas cifras, seleccionadas a modo de ejemplo entre las mayores empresas de nuestro país, el "impuesto portugués" del 2,5 por ciento, supondría a las arcas del estado un total de 597,2 millones de euros. Sólo son seis ejemplos, hay muchísimas más empresas a las cuales se le podría aplicar este impuesto, sobre lo que recordemos son BENEFICIOS.

Con estos ingresos y los que seguro se podrían recaudar de los beneficios de empresas como el sector energético (Acciona, Iberdrola, Gas Natural...) muy probablemente el ajuste por abajo no sería tan fuerte.

Es la medida que han tomado en Portugal, donde los socialdemócratas en el Gobierno y el partido de centro-derecha se han puesto de acuerdo para "equilibrar" algo más la factura de la crisis. En Francia, y bajo el Gobierno del liberalísimo Sarkozy, el proyecto de reforma fiscal apunta a que serán las rentas del capital y los beneficios empresariales los que asumirán en mayor medida el coste del colapso económico.

En España la subida de impuestos a las rentas altas ha desaparecido de la mesa del Gobierno, así lo afirmó la ministra Salgado la pasada semana. La factura de la crisis la van a pagar, en su mayor medida, funcionarios y pensionistas, pero seguro que no serán los únicos. Los convenios colectivos se negocian bajo la influencia de lo que preside el sector público, con lo que finalmente todos los trabajadores nos veremos muy afectados. Repasando las noticias de hoy vemos que el plan de ajuste español es casi gemelo del de un Gobierno que, en principio parece a las antípodas del nuestro, el de Silvio Berlusconi.

Con todo esto sólo nos queda citar a Siniestro Total y cantar a voz en grito "Menos mal que nos queda Portugal" y, si se me permite añadir, Francia.

2 comentarios:

  1. Chapeau! Muy bueno y certero. Ahora sólo nos queda plantearnos el porqué de que algo obvio, casualmente, lo veamos tod@s menos los que toman las decisiones (supuestamente también, en nombre de tod@s)

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  2. Los recortes en gasto social forman parte de un plan a escala global, pero sí que es verdad que todavía podemos elegir en qué lugar del planeta queremos sufrir, al menos dentro de los límites de la Unión Europea...

    En Portugal fumar marihuana es legal, y los portugueses protagonizaron una revolución maravillosa contra su dictadura, así que, unido a lo que tan bien expones, vamos a salir ganando si hacemos la maleta y emigramos.

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